La digitalización: más importante que nunca desde la pandemia.

Desde el inicio de la pandemia en el 2019, son incontables las empresas que se han visto obligadas a cesar sus actividades debido a las restricciones impuestas por los gobiernos en prácticamente todos los países del mundo.

Afortunadamente, muchas empresas han conseguido mantenerse a flote. No obstante, existen otras que no han sido capaces de soportar la incertidumbre de no saber cuándo podrían continuar con sus negocios, ni han podido recuperarse de las enormes pérdidas que el confinamiento les ha ocasionado.

No es de extrañar que un gran número de las empresas que han sobrevivido son negocios con una cantidad de recursos abrumadora, unos recursos no solamente económicos sino también técnicos y de personal talentoso que les han permitido subsistir incluso sin alcanzar la cifra de negocios esperada en estos dos últimos años.

El verdadero daño de la crisis de la COVID en cuanto al ámbito empresarial lo han sufrido las pequeñas y medianas empresas, muchas de las cuales tenían un número reducido de clientes a los que les podían poner cara, nombre y ofrecerles incluso servicios y productos personalizados, de ser esto posible. Estas empresas que cuentan con una liquidez relativamente limitada y definitivamente sin la capacidad de mantener vivo un negocio cerrado, contando prácticamente con ingresos extremadamente reducidos, se han visto arrinconadas por la duración y las consecuencias de la pandemia.

El momento en el que todos tuvimos que encerrarnos en casa, bajar las persianas de nuestros negocios y limitar nuestra actividad, conceder bajas a aquellas personas cuya salud se vio deteriorada, fomentar o instaurar maneras de adecuar la rutina al formato del teletrabajo y enfrentarnos a aquellas situaciones en las que la productividad de los trabajadores se redujo por motivos que se escapaban a su control (como los ingresos hospitalarios de sus familiares, la pérdida de amigos y compañeros, o el agobio derivado de la incertidumbre por la prolongación del Estado de alarma y la falta de información) fue el momento en el que miles de empresas se vieron automáticamente fuera del mercado, recibiendo un golpe tan visceral que nada tiene que envidiar a la última crisis financiera.

Es cierto que algunas empresas no pueden permitirse la comodidad de fomentar el teletrabajo debido a que en sus instalaciones el trabajo que prima es manual, pero tampoco podemos negar que existen otras empresas que han obviado, ya sea por la falta de experiencia o la imposibilidad económica, la importancia y los grandes beneficios que otorga el uso de las nuevas tecnologías para la empresa en todos sus ámbitos.

Competir en el mercado ya no es una cuestión de quién ofrece el mejor producto o servicio, sino de quién puede sobrevivir empleando una amalgama de técnicas y costumbres tradicionales, e ideas y métodos innovadores. El mundo es un lugar dinámico y complejo, y ambas características afectan a cualquier sector empresarial, donde no nos podemos quedar al margen de los avances tecnológicos y de la importancia de su efecto en la sociedad cada día en los hábitos de consumo y en el marketing.

La digitalización de las empresas es un tema que está adquiriendo vital importancia desde que las calles han vuelto a cobrar vida y hemos descubierto los beneficios y la importancia de la tecnología en los hogares. La tecnología nos permite realizar tareas con mayor rapidez y facilidad, mejorando nuestra eficiencia y, en consecuencia, nuestra productividad.

Creemos que es de vital importancia destacar que España es un país con un gran número de PYMES (específicamente más del 95% de las empresas En España son de este tipo), pero que cuenta con poca inversión en los sectores más punteros y una alta resistencia al cambio cultural.

De hecho, nos atreveríamos a decir que el número de empresas locales que han sufrido de la paradoja de Ícaro en estos últimos años se deba en gran medida a esta obstinación por mantener las costumbres y por dar una respuesta negativa al cambio, dado que 1 de cada 3 empresas aún después de la pandemia considera que no es necesaria la digitalización. No obstante, la rueda del cambio ha ido cogiendo ritmo y gracias tanto a las ayudas de la Unión Europea y las estatales como a los cambios en los hábitos del consumidor, la rueda parece que se ha vuelto imparable.

Hemos comentado antes que las grandes empresas han conseguido subsistir debido al gran número de recursos que tienen, pero esta no es la única razón. La inmensa mayoría de ellas ya había comenzado antes de la pandemia un proceso de digitalización. la llegada de la COVID solo forzó que este proceso cobrara mayor importancia y relevancia, y estas empresas optaron incrementar la parte de los recursos que estaban dedicados a dicho proceso.

La digitalización no es un proceso que una vez comenzado se termine, sino que es un proceso continuo que necesita de presupuesto anual, mucha paciencia y orientación al futuro. Es importante mencionar que la idea de que la digitalización ocurre de la noche a la mañana no es realista y nuestras necesidades se cubrirán poco a poco conforme avance el tiempo.

La digitalización engloba acciones que nos pueden parecer simples cómo crear un email de empresa o administrar las cuentas en redes sociales, hasta temas más avanzados como pueden ser crear un departamento de IT que filtre y encuadre los datos de los consumidores para poder realizar mejores campañas de marketing o emplear un sistema compartido de almacenamiento en la nube que permita el teletrabajo de los empleados usando los mismos recursos a tiempo real.

La digitalización trae consigo un sin fin de beneficios y fortalezas para la empresa, a la vez que minimiza los perjuicios causados por el entorno. Entre los beneficios se encuentran la capacidad de trabajar de forma remota para los empleados, la seguridad de poder acceder a todos los archivos y documentos desde cualquier dispositivo, el ahorro derivado de una mejora en la eficiencia al permitir que los empleados dediquen menos tiempo a las acciones más automatizadas, La posibilidad de entrar en nuevos mercados por el uso de internet o un mejor conocimiento del consumidor gracias al Big Data.

Desde BQRC apostamos por la digitalización de las empresas y somos conscientes de su importancia. Las necesidades de digitalización de cada empresa varían según su sector y misión, por lo que debemos ser capaces de analizar nuestra empresa y dictaminar en qué medida son necesarios estos cambios. Digitalizar no es solo una acción sino una estrategia de negocio a largo plazo, necesaria para sobrevivir en un mercado tan competitivo como el nuestro.